viernes, 10 de septiembre de 2010

Bajo las estrellas.

- ¡Simba!
Simba, me has decepcionado.
- Lo se.
- Han podido matarte. Me desobedeciste deliberadamente y arriesgaste la vida de Nala.
- Solo intentaba ser valiente como tu.
- Yo soy valiente cuando debo serlo.
Simba, ser valiente no significa buscarse problemas.
- Pero tu no tienes miedo a nada.
- Hoy lo he tenido.
- ¿De veras?
- Si. Creí que te perdería.
- Ah. Hasta los reyes sienten miedo, ¿eh?
- Ajam.
- ¿Sabes una cosa?
- ¿Que?
- Apuesto a que esas yenas estaban mas asustadas.
- Jajaja. Claro, porque nadie se puede meter con tu padre. ¡Ven aquí cachorro!
- ¡Oh no, no! ¡Papa!
¡Ahora veras! ¡Ya te tengo!

Papa.
- ¿Que?
- Somos amigos, ¿no?
- Jejeje, si.
- Y siempre estaremos juntos, ¿verdad?
- Simba, te voy a contar algo que un día me dijo mi padre. Mira las estrellas, los grandes reyes del pasado nos observan desde esas estrellas.
- ¿De veras?
- Si. Y cuando te sientas solo, recuerda que esos reyes estarán hay para guiarte, y yo también.

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